Muchos de los líderes políticos, cabezas de organizaciones, instituciones y empresas parecen tener un “don” particular para la negación; lo cual contrasta con la gran cantidad que existe en estos tiempos posmodernos de libros y artículos acerca de “cómo ser un buen líder”. Justo, estos líderes parecen creer que no tienen nada más que aprender y no son lectores de los libros dirigidos a ellos.

Este elocuente refrán es la mejor expresión popular para explicar el mecanismo psiquico de la negación.